SALVACIÓN A LO GRANDE

CD MENSAJERO 5: Ione, Dani Hdez, Jaime, Victor Marco, Moreno, Borja Prieto, Rayco ( Iray min 74), Omar ( Vianney min 68), Nacho, Rubén Sánchez ( Yeray min 59), Dani López.




GETAFE B 0: Olmedo, Barahona, Chavales, Villalón, Ferrán, Gustavo ( Ziga min 73), Dani Ramirez, Del Pozo ( Vargas min 64), Ian, Borja Galán ( Mena min 64), Juan Hernández.




GOLES: 1-0 min 14 Nacho Rguez. 2-0 min 63 Nacho Rguez. 3-0 min 77 Yeray. 4-0 min 83 Iray. 5-0 min 87 Vianney.




ÁRBITRO: Albert Catalá Ferrán ( Comité Catalán) auxiliado en las bandas por Julian Villaseñor Julian y Adría Picazo Hernández. Amonesto al local Iray y al visitante Barahona.




INCIDENCIAS: Estadio Silvestre Carrillo ante unos 2500 espectadores. Tarde Soleada. Se guardo un minuto de silencio por el fallecimiento del abuelo del jugador local Omar Fleitas. Antes del inicio del partido se homenajeo al Juvenil del CD Mensajero por su titulo liguero y se entrego una placa al colectivo AEA por su colaboración durante la presente temporada.














Misión cumplida. El Mensajero lograba este domingo imponerse, goleada incluida, al descendido Getafe B, para certificar su permanencia en la Segunda División B. Una gran última media hora de partido de los palmeros les dio los puntos y convirtió en una fiesta el Silvestre Carrillo, que incluso acabó haciendo la ola.

Bastaron los primeros minutos para darse cuenta que el viento iba a ser un invitado incómodo. El cuadro de Uribe intentó hacerse con el dominio y lo cierto es que lo consiguió. Antes del cuarto de hora se le anulaba un gol a Nacho por fuera de juego. Y ni un minuto después Nacho cruzaba bien para hacer el 1-0 y poner luz al futuro rojinegro, en una acción casi calcada a la invalidada con anterioridad.

Borja Galán tuvo en sus pies el tanto del empate, en un disparo que salió rozando el palo. Y es que el filial del Getafe se abrió, buscando el área de Ione. El lado bueno de esa nueva situación del partido era que había muchos huecos en ataque y así fue que Nacho Rodríguez entró bien por el centro de la zaga, pero su tiro fue parando sin problemas para Olmedo.

La primera mitad estaba siendo trepidante, con el balón de área a área. Se jugaba con mucho ritmo. La duda entonces era si los contendientes iban a ser capaces de aguantar así hasta el final.

Nacho Rodríguez no acertó en el primer palo en otra llegada del delantero rojinegro, que quería todas las pelotas. Este mismo jugador, pasado el cuarto de hora, forzaría un saque de esquina con un tiro desde fuera de área.

En la recta final del primer tiempo se pidieron manos en el área visitante. Para entonces el choque no tenía dueño y el Getafe B cada vez se acercaba más al área rival.

Rubén, con un tiro al lateral, creó la primera ocasión de la segunda mitad. Pero este acercamiento fue más bien un espejismo, pues el Getafe B retomó el control de la situación, ante un Mensajero más expectante de lo que cabría esperar.

Pasado el cuarto de hora Dani López peleó un balón por la banda, aunque muy exigido acabó la acción con un tiro que no cogió puerta. Esto ocurrió un minuto después de la entrada al campo de Yeray, en un claro mensaje de Uribe a sus hombres para que se reactivasen en ataque.

A renglón seguido Nacho Rodríguez, en el segundo palo, culminaba una contra que ponía el 2-0 en el marcador, dejando a los palmeros tocando la permanencia en la categoría.

Luego, un cabezazo de Moreno no cogió puerta por poco. Y es que el segundo tanto de los anfitriones les dio alas. La fiesta ya era total en las gradas del Silvestre Carrillo.

Aunque quedaban 20 minutos para el final empezaban a repetirse las imágenes de los futbolistas de ambos equipos con tirones, sin duda resultado del desgaste físico.

Cuando se afrontaba la recta final del la contienda Yeray cerraba el partido con el tercero de los anfitriones, culminando una buena acción de ataque. Iray marcaría el cuarto de la tarde en una bonita vaselina, ante un Getafe B totalmente vencido. Vianney pondría el quinto aprovechando las enormes facilidades que para entonces estaba dando el cuadro de Rubén de la Red. Y pudieron ser más.